Hay quienes creen que Alvarado ya fue presidente de la región
más importante del país; por lo tanto no tiene ningún interés de sentir
nuevamente la misma satisfacción de ser presidente regional, su visión está trazada
y definida para ser presidente constitucional del Perú.
ANTECEDENTE
Si Alvarado pensara de esa manera, sólo sería porque
presuntamente cree que todavía vive en el pasado en que gozaba de protección y
encubrimiento cuando fue alcalde del distrito de Lunahuana y Provincial de
Cañete logrando tener al Ministerio Público y el Poder Judicial de Cañete bajo su control, quienes se encargaban de
encubrir sus presuntos ilícitos, logrando de esa manera rehuir a la justicia
por más de 12 años no hay otra explicación. La actitud de sus funcionarios
regionales del Gobierno Regional de Lima de cerrarle la puerta y negarle la
información a los interventores de Contraloría General de la República, que
conllevó que los interventores denuncien el hecho ante el Ministerio Público de
Huaura y que estos antes de recepcionar la denuncia terminaron por hacer el
papel de “mediadores”, “conciliadores” para que no agraven su situación
jurídica los infractores, esa es la muestra palpable del papel encubridor y
protector que ha tomado el Ministerio Público de Huaura con respecto a las
actuales autoridades y funcionarios del Gobierno Regional de Lima.
ADVERSIDAD
Sólo que ahora
Alvarado, los fiscales, jueces y congresistas tienen al frente un fenómeno que
se llama “Ancash” que ha hecho que los “padrinos” se alejen y dejen sueltos a
los “ahijados” presidentes regionales para que cada uno baile con su pañuelo o
se salve quien pueda es probable hasta que pase la tormenta. Pero, de ello no
se sabe hasta cuándo terminará su pesadilla. Porque por lo menos en un año los
detenidos ya no gozaran de su libertad y es probable que el siguiente paso de la tormenta sea la VACANCIA
de los cargos en el Gobierno Regional de Ancash detenidos y Javier Alvarado no
creemos que quiera verse envuelto en esa desgracia antes de hacer prevalecer su
deseo o anhelo de ser presidente de la nación.
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