El alcalde de Supe Juan Carlos Albújar
Pereyra, ha inaugurado un Parque Infantil en su localidad, su publicidad
registra, “QUE SERÁ EL LUGAR DONDE LOS SUEÑOS SE HARÁN REALIDAD”. Pero, los
hechos indican que los únicos sueños hacerse realidad, son de Víctor Díaz
Gonzales quien quiere pasar de simple “consultor” de la Municipalidad de Supe,
para evitar ser funcionario público, y así rehuir el cuestionamiento del
presumible aprovechamiento a su cargo para beneficiar a sus empresas, por lo
que el alcalde afronta una vacancia. Resulta que este simple consultor, con dinero de la Municipalidad se a
convertido en financista y hasta
prestamista de la propia Municipalidad de Supe, con lo que pretendería pasar de
buen ciudadano samaritano, benefactor de la población de Supe, es probable con
aspiraciones políticas futuras, de las cuales ya tiene presuntos antecedentes,
de aprovechamiento a otras entidades públicas, por el mismo interés. Esta es la
Historia:
CUENTO CHINO
El “consultor” Víctor Díaz Gonzales,
manifiesta: “Que cuando los juegos de plástico chino, que se exhiben en el
Parque Infantil, se encontraban en la aduana y la municipalidad no tenía el
dinero disponible para cancelarlos para su salida” el buen “consultor” le dijo
al alcalde: “Juan, escoge al vecino, más solvente de la localidad, para que
preste el dinero y luego se le devuelva” no hubo ninguno. Pero, como Chapulín
Colorado, el mismo de: “Y… AHORA QUIEN PODRA SALVARME A MI” Víctor Díaz Gonzales
sacó el dinero de su “bolsillo” y cancelo los juegos. Deuda, que según él la
municipalidad le paga a puchos. Con este alucinante “cuento” el consultor
asevera haber enviado a una persona a china para, cotejar precios, lo que no se
sabe es que si estos gastos de pasajes a la china, también tendrá que
devolverle la municipalidad. Como economista el consultor, se empeña en
demostrar honestidad en la compra,
comparando los precios “huevos” de los juegos que la municipalidad ha
obtenido, pero que suman más de un millón de nuevos soles, hecho que pone en
tela de juicio a esta gestión municipal supana, por no priorizar necesidades
mientras niños consumen agua contaminada y no tienen desagües para vivir
dignamente.
ZONA
DE RIESGO
El Parque se ha construido al interior del
Estadio Municipal de Supe “EDGARDO REYES BOLIVAR”, donde el propio consultor la
denomina “Tierra de nadie” exponiendo al riesgo a los niños, de su integridad
física y sicológica, ante los acontecimientos de violencias que se generan en
los eventos futbolísticos. Será imposible que los padres de familias a las
horas que se programen los eventos futbolísticos, lleven a sus niños, a
presenciar eventos de confrontación verbal y material. Por lo que estás
instalaciones no cuentan con la aprobación de defensa civil. Entonces se
expanden interrogantes ¿Cómo es posible que autoridades municipales, que
lideran y deben ser quienes hagan respetar las normas de defensa civil, las
vulneren y las trasgredan en contra de su propia población?, ¿Cómo se compra
implementos, cuando la municipalidad no cuenta con los recursos presupuestales
municipales? Y ¿Acaso por la millonaria inversión que ha efectuado la
municipalidad en esta compra, así sea por préstamo debió de pasar por un
proceso de adquisición de los bienes?
CELEBRA TU SANTO
Los organizadores del Parque Infantil de Supe,
declaran que en esta zona los niños podrán realizar las celebraciones de sus
cumpleaños. Quienes no sufrimos de amnesia no olvidamos a Víctor Rodolfo Díaz
Gonzales y su paso como “benefactor” de la Beneficencia Pública de Barranca,
cuando celebraban cumpleaños de las
dirigentes de vasos de leches, comedores populares y se creía que Víctor Díaz
es el que obsequiaba las tortas. Como las mentiras son cortas, el propio ex –
Presidente de la Beneficencia Pública, el finado Roberto Borjas, se encargó por
alguna razón poderosa de tirarle la
“Torta en la Cara” afirmando públicamente, que la torta era cancelada por la
beneficencia y que el Señor Víctor Díaz solo las utilizaba como campaña
proselitista para ser candidato a la Alcaldía Provincial de Barranca. Si fuera
con la suya no habría reproche, pero aprovecharse del cargo para conseguir una
aspiración personal. Aparte que es imperdonable es un delito. Cualquier
similitud de esta historia con otra no siempre es el amor al chancho sino a los CHICHARRONES.
Advertidos.
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