La iniciativa legislativa que impide la reelección de presidentes, vicepresidentes regionales, alcaldes provinciales y distritales fue aprobada por mayoría con 31 votos a favor uno en contra y una abstención en la Comisión de Constitución del Congreso. El proyecto de ley cuestiona que las referidas autoridades promuevan reelecciones con recursos públicos.
Es posible que con esta iniciativa se
rompa con vicios de corruptelas en las regiones y municipalidades por el
perpetuamiento de sus autoridades que siempre utilizan todo el aparato estatal,
es decir la caja y la inauguración de obras públicas para poder reelegirse.
Lo malo, es que la ley entrará en
vigencia a partir del 2018. Por tanto, los protagonistas quienes con sus
ilícitos comportamientos generaron la creación, y aprobación de esta iniciativa
de ley, tendrán la afortunada oportunidad, por última vez de buscar su
reelección, simplemente porque la ley no es retroactiva. Por lo que, es posible
que en los próximos cuatro años con REELEGIDAS AUTORIDADES REGIONALES Y
MUNICIPALES la CORRUPTELA continúe. Sabiendo que puede ser su última vez.
La pregunta de rigor, es: ¿La ley
logrará combatir la corruptela? Es probable que a partir del 2018 se logre el
objetivo. Mientras tanto al parecer NO, porque las avezadas autoridades que se
reelijan sabrán ahora que tienen 4 años últimos para seguir con sus ilícitos, y
no tendrán la probabilidad de alargar su estadía en el cargo para seguir
ROBANDO.
En consecuencia, la ley no solo debe
basarse en la elección de las autoridades regionales y municipales, sino
también en el control de fiscalización y sanción en cuanto a los que incumplen
con las normas. En todo caso el mal persistirá, y la ley no servirá de nada.
Finalmente, los Congresistas
sancionan contra todos, pero nadie sanciona contra ellos, que también son parte
del problema ¿Ellos, sí pueden reelegirse a pesar de lo CORRUPTO que son?
Visto, desde este ángulo, la ley sigue siendo injusta. Y el virus del mal se
sigue paseando en el ambiente, sin que nadie pueda colocarle el cascabel al
gato ¿O, no?
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