Hay quienes creen que Alvarado ha tomado la decisión de no ir a la reelección de la Presidencia del Gobierno Regional de Lima porque está seguro de no ganar la elección, por lo tanto no estaría dispuesto a correr el riesgo. Existen varios antecedentes para justificar dicha afirmación. Para ganar Alvarado necesitaría más del 30% de los votos válidos, y eso sería un imposible en la realidad actual. Y en la probabilidad de una segunda vuelta es casi seguro que Alvarado no tenga aliados electorales
OBSTACULOS
1.- Es cierto, Javier Alvarado no las tiene fácil en el
presente proceso electoral 2014, el anti- CHUI fenómeno electoral que tuvo a su
favor en el 2010, ya no la tendrá. Alvarado enfrentará a su propio anti
generado en estos cuatro años de gestión regional de permanente denuncias de
actos de corrupción cometidas por sus funcionarios regionales de confianza.
2.- Alvarado, en los próximos 4 años afrontará procesos
judiciales por las presuntas defraudaciones al estado cometidas cuando fue
alcalde distrital de Lunahuana, provincial de Cañete y como presidente del
Gobierno Regional de Lima. Las que ha podido rehuirlas gracias a su “influencia
política” que ejercía con los cargos políticos que ha ostentado, entonces su
decisión personal de no participar en su reelección, no pasaría por el tema de
la pérdida electoral, la que podría en todo caso y en ultima instancia torcerla
con un posible “fraude” todo está en la probabilidad.
3.- El fenómeno “Ancash” se presenta en contra de Alvarado,
porque el encubrimiento y dilatamiento de sus denuncias por el Ministerio
Público, y la manipulación que ha hecho gala durante 12 largos años en el Poder
Judicial ahora serán expuestas ante la
vergüenza pública. En todo caso las autoridades judiciales tendrán que otorgar
alguna explicación a la población: ¿Cómo es posible que el regidor denunciante
de Alvarado en Cañete ahora sea su asesor? ¿Esta “compra de conciencia” acaso
no es su temor de verse comprometido en el delito cometido en esa provincia?
OPCION
En esta probabilidad
“VA”.
Demostrado la mafia y corrupción que aun vivimos, el afán de esos congresistas de mantener y defender a unos presidentes regionales que solo quieren enriquecerse, no permitir que este ALVARADO se salga con la suya es nuestro deber por nuestra REGION
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